Las pruebas científicas demuestran que la salud y el rendimiento de una persona dependen en gran medida de que funcione bien microcirculación. En todas las formas de vida superiores, procesos esenciales como el suministro de oxígeno y nutrientes, la transmisión de información vital a las células a través de hormonas y neurotransmisores, la eliminación de "productos de desecho", la defensa inmunitaria, etc., están regulados por la circulación sanguínea. El rendimiento y la funcionalidad de cada una de las células del cuerpo (músculos, articulaciones, órganos, glándulas, sistema inmunitario, etc.) dependen de un suministro óptimo y de la eliminación de residuos facilitada por la microcirculación.