Porque aborda una de las causas principales de las enfermedades (hipoperfusión y falta de energía) y demuestra efectos relacionados con el tratamiento (mejora de la calidad de vida, del rendimiento). Porque favorece muchos mecanismos de autorregulación inherentes (amplio espectro). No se han observado efectos secundarios peligrosos con su uso a largo plazo. Se puede aplicar para mejorar el rendimiento para recuperación del estrés físico y/o mental, aliviar afecciones o acelerar la cicatrización de heridas y huesos. Puede combinarse fácilmente con otros métodos de tratamiento, potenciando potencialmente los efectos de los fármacos y reduciendo sus dosis. A menudo es eficaz cuando los tratamientos convencionales ya no funcionan (en los llamados casos intratables). Su eficacia se ha demostrado científicamente y sus mecanismos de acción están avalados tanto práctica como teóricamente, con años de aplicación demostrada. La tecnología BEMER y los sistemas BEMER PRO/CLASSIC han sido probados y autorizados como productos sanitarios. Después de más de 15 años de investigación y desarrollo consecuentes, la terapia vascular física ha sido certificada como la primera terapia vascular física del mundo por su claro efecto positivo sobre el deterioro de la microcirculación se ha demostrado científicamente. Es adecuada tanto para profesionales médicos como para usuarios finales. La fisioterapia vascular influye directamente en la microcirculación alterada sin verse limitada por la afección.